Las vueltas de la vida a veces te llevan a cambiar el rumbo que venías transitando y eso precisamente le pasó a Matías Rivadeneira hace dos años.
Estamos hablando del actual capitán del equipo de fútbol playa de Huracán, quien conversó con Quemerizados y nos contó, durante una charla muy amistosa, cómo transita este momento en dicho deporte, qué siente al ser capitán y cómo arribó al Club, entre otros temas.
“Antes jugaba fútbol once. Me llegó una invitación por parte de un amigo, que practicaba la disciplina en el Club, me motivó y empecé. Fue algo único. Hoy por hoy, prácticamente, es una pasión el fútbol playa”, sostiene Matías. Además de ello, se ríe y confiesa que pasa día y noche viendo videos para mejorar cada vez más y trata de transmitir lo lindo de esta actividad a los chicos.
El joven, que se sacó los botines y enterró los pies en la cancha de la cálida arena, actualmente lleva en su brazo la cinta de capitán con orgullo “en una institución tan grande como lo es Huracán”, afirmó. Se caracteriza por ser una persona positiva, que siempre tira para adelante y trata de contagiar eso al equipo, meter garra y entrega por sobre todo, por eso, para él, llevar la cinta es una sensación única.
A pesar de que hace 2 años que empezó y, según él, le faltan muchas cosas por aprender porque requiere un periodo de adaptación, cada partido que disputan lo hacen como profesionales que juegan hace años, pero la clave, para mantenerse firmes cada fecha y obtener buenos resultados, es la unión del grupo que los ayuda a sacar el partido adelante. “Entrenamos en la semana para mejorar y superarnos los fines para tener menos errores”, contó Matías.
Pese a que faltan pocas fechas para que termine el Torneo, no están relajados y no se sienten superiores a ningún otro equipo, sino que cada partido salen a jugarlo con la misma intensidad. “La meta es terminar el año de la mejor manera”.